La insólita conversación entre un joven y un carpintero que se volvió viral: “Prefiero no hacerla”


Una conversación cotidiana entre un hombre y un carpintero se transformó en un fenómeno viral en redes sociales, luego de que las respuestas directas y poco habituales del profesional despertaran tanto carcajadas como un animado debate digital.
El episodio, protagonizado por José, captó la atención de miles de usuarios y puso sobre la mesa la honestidad en el trato laboral, así como el poder de las plataformas para amplificar situaciones insólitas.
El intercambio comenzó cuando José, siguiendo la recomendación de su hermana, contactó al carpintero a través de WhatsApp con la intención de encargarle una mesa. El mensaje inicial fue cordial y directo: José se presentó y explicó que buscaba contratar sus servicios.
La conversación, que en un principio parecía avanzar de manera convencional, tomó un giro inesperado con la primera respuesta del carpintero, quien preguntó: “¿Con mucho apuro?”. Ante la aclaración de José de que no tenía prisa y podía esperar el tiempo necesario, el profesional respondió de forma tajante: “Octubre”.
Lejos de detenerse ahí, la interacción continuó con una serie de respuestas que sorprendieron a José. Al detallar que deseaba una mesa de madera de 155 por 55 centímetros, con una sola pata central, el carpintero contestó sin rodeos: “No las hago”. Al solicitar una explicación, la respuesta fue aún más escueta y sincera: “Por la pata”.
Finalmente, cuando José propuso la alternativa de una mesa tradicional de cuatro patas, la negativa fue definitiva: “Prefiero no hacerla”.
Frente a la mezcla de frustración y humor que le generó la situación, José optó por compartir la captura de la conversación en la red social X, acompañada de un comentario irónico: “El éxito de mi conversación con el carpintero”, junto a un emoji de “ok”. La publicación no tardó en viralizarse, acumulando miles de interacciones en cuestión de horas.
La reacción de los usuarios en X fue inmediata y diversa. Muchos se sumaron a las risas por la franqueza y el estilo inusual del carpintero, mientras que otros aprovecharon la ocasión para debatir sobre la honestidad en el trabajo y la importancia de rechazar encargos que no resultan satisfactorios para el profesional.
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