Claudio Vidal: “Muchos tomamos la opción de agachar la cabeza y trabajar por las provincias; el que quiera pelear, que lo haga”

EL CALAFATE.− “Guillermo Francos se merece el (premio) Nobel de la Paz”, asegura sin ironías y con convicción Claudio Vidal, en referencia al jefe de Gabinete, por pacificar la relación del gobierno nacional con las provincias. Instalado en esta ciudad durante tres días, el gobernador santacruceño cuestionó, de todos modos, los modos agresivos del presidente Javier Milei y pidió respeto y diálogo.
En medio de una agenda en la que inauguró un congreso de empresas mineras, se reunió con dirigentes peronistas, jugó al fútbol con chicos de clubes barriales e hizo pie en una ciudad con una fuerte impronta kirchnerista, Vidal recibió a LA NACION en la residencia de los gobernadores. Aquí se enteró de la aprobación de la ley que impulsó: la ampliación del Tribunal Superior de Justicia, que llevó de 5 a 9 los jueces de la Corte provincial, en una intención que busca, en sus palabras, terminar con “una justicia que hace política desde la oposición”.
Dijo haber sentido “dolor” ante las denuncias sobre las contrataciones en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), cuestionó los recortes en el área, afirmó que hay provincias que están colapsadas y pese a ello, dijo que son las que contienen “todo lo que abandonó la Nación”. También resaltó el rol de “Provincias Unidas”, el frente que integra con otros cuatro gobernadores, mientras se mostró esperanzado por la inminente reactivación de las represas.
−¿Por qué impulsó la ampliación del Tribunal Superior?
−La ampliación tiene que ver con un reclamo genuino de la sociedad, un reclamo de muchos años. Justicia imparcial, alejada de la política. Una justicia conformada por técnicos, por profesionales que se ajusten al derecho y que trabaje en servicio para la sociedad. Una justicia ágil, que termine con la impunidad de algunos que creen que los recursos del Estado pasan a ser propiedad de un individuo. Es un gran proyecto, cuestionado por los que ven hoy en riesgo la misma forma de seguir operando desde la justicia. De una justicia que hace política desde la oposición.
−¿Avanzaron las denuncias de corrupción de la gestión anterior?
−No, no, no. Lo que me da a pensar que hay una justicia cómplice, ¿no? No solamente por la historia en nuestra provincia, sino porque incluso tampoco avanzaron ante pedidos de investigación que hizo nuestro gobierno… entonces esta era una alternativa. Hace unos días ingresaron al Tribunal de Cuentas de la provincia. Ese es otro de los proyectos que llevamos adelante y que estamos ampliando también, porque necesitamos agilizar el control de la administración pública en la provincia. Hay algunos entes importantes en la provincia que no se auditan hace años, municipios que no se los puede tocar, no se los puede observar, no se los puede mirar.
−¿Cómo armará las ternas para evitar sesgos políticos?
−Primero, escuchar. Hay muchos interesados en aportar ideas, nombres. Voy a escuchar a todas las partes, yo soy parte de un frente electoral, soy una persona que tiene relación institucional con muchos sectores de nuestra provincia. Hay que conformar las ternas pero realmente lo que buscamos es un mejor funcionamiento de la justicia. Hasta acá muchas cosas que se dieron en la provincia fueron totalmente injustas. Y la sociedad ha cuestionado este modelo de justicia en los últimos años. Miren qué dato importante. El sindicalismo argentino en el país es muy cuestionado, pero la justicia mucho más. La justicia tiene más imagen negativa en nuestra provincia que otros sectores. Bueno, quiere decir que algo hicieron mal. Y nos exige a nosotros tomar una decisión distinta.
−En los últimos días hubo un robo en el Tribunal de Cuentas, ¿cree que ahora aumentaron el control sobre su gestión?
−Está bien que nos controlen, pero sería mucho mejor que los que controlan sean imparciales y controlen también el pasado, que nunca se observó en el caso de la obra pública, en el caso del IDUV [Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda]. Muchísimas obras se comenzaron y luego se cancelaron totalmente. Las que se cancelaron parcialmente, las certificaciones con los pagos que salieron desde el IDUV, no coinciden. Empresas ligadas directamente a funcionarios o familiares de esos funcionarios. Y esas denuncias fueron presentadas en la Justicia. Pero, además, hoy el Tribunal de Cuentas está conformado por la esposa de Fernando Basanta, vocal del Tribunal Superior de Justicia de la provincia y otras personas vinculadas directamente a familiares de la política opositora. Pero bueno, las cosas son así. No nos gusta porque no hay imparcialidad y porque no hubo justicia durante muchos años, y pretenden que las cosas sigan de la misma manera. Así que en este punto corresponde agradecer a los diputados que tuvieron el coraje, la valentía y la firmeza de defender estos proyectos que van a marcar un cambio en Santa Cruz.
−Desde el kirchnerismo cuestionan el aumento de presupuesto que significarán cuatro vocales, ¿qué les dicen?
−La verdad que me preocupa el grado de caradurez, porque los que cuestionan esto son los que utilizaron la Justicia para cargarla de militantes políticos defendiendo un proyecto, espero que no se ofendan, que fue totalmente catastrófico. Es increíble el deterioro de las instituciones, la falta de políticas de Estado, la falta de nuevas infraestructuras. Es increíble esa mirada errónea que indicaba y ordenaba que la única generación de empleo tenía que ser dentro del Estado, que generó un colapso en donde hoy cuesta mucho juntar cada peso para poder cubrir salarios en una provincia donde somos bendecidos por Dios, tenemos muchísimos recursos pero nunca se generó la posibilidad de generar más valor agregado, puestos de trabajo genuinos con salarios dignos. El argumento es que los que gobernaron durante 32 años tienen la solución para mejorar hoy nuestro presente. ¿y porque no lo hicieron antes? Tuvieron un poquito más de tres décadas.
−Ayer destacó el rol pacifista de Guillermo Francos, ¿Cómo está el vínculo con el gobierno nacional?
−Yo primero reconozco que hay funcionarios que tienen buena predisposición. Los que están en política, los que tiene algún tipo de relación con el gobierno nacional, los grandes empresarios de este país, el que se informa y sabe qué va sucediendo en cada provincia y en el país, ¿quién lo puede negar? Claramente a Guillermo Francos hay que entregar el Premio Nobel de la Paz, porque ha tenido una paciencia… Es la persona que llegó a la jefatura de gabinete para poner paños fríos a la relación de la Nación con las provincias. Tenemos un Presidente que le falta el respeto constantemente a la dirigencia política sin darse cuenta que hoy hace política. Lo bueno es que no todos nos prendemos en esa. Porque si uno quiere ser vulgar es muy fácil serlo. Si uno quiere ser atrevido e irrespetuoso también es muy fácil serlo. Sin embargo, muchos elegimos la opción de los gobernadores de agachar la cabeza y seguir trabajando por nuestras provincias. Y el que quiera pelear, si tiene tiempo, que lo haga.
−¿Esa es la postura de Provincias Unidas?
−Mire, yo creo que Provincias Unidas es mucho más: tiene que ser la posibilidad de reconstruir nuestro país a través de un proyecto. Ese proyecto no tiene que ser la persona, la figura o el dirigente. Ese proyecto tiene que ser el candidato. Y es algo que tenemos que discutir entre todos en una mesa con conceptos muy claros: educación como base de la sociedad y el trabajo y la producción como base fundamental de la economía que necesita nuestro país para poder dar ese salto que nos permita a los argentinos poder vivir mejor en un país rico con más de 50% de pobres. Para esto, ¿qué es lo que falta? Madurez política. Respeto, para poder consensuar a través del diálogo. Pensar, transmitir nuestros pensamientos en un debate profundo, con dirigentes responsables, escribir un proyecto y que ese proyecto sea nuestro candidato.
−¿Cómo cree que afectan al gobierno las denuncias en torno a la Andis?
−Mire, la verdad que no me extrañó, porque cuando uno delega mucho, cuando el que tiene la responsabilidad de gobernar delega mucho, suelen suceder estas cosas. Y no justifico para nada lo que está sucediendo. Porque justamente se estuvo discutiendo la posibilidad de sacarle derechos a un sector de la sociedad que realmente necesita el respaldo y la protección del estado. Hay cuestiones que no se tocan. Y aparece esto y la verdad es contradictorio. Duele. Molesta. Porque además, hoy veo que mi provincia, como hace muchos años, complicada económicamente. Hay un montón de recursos que dejaron de llegar y entiendo lo del desmanejo de fondos públicos en los años anteriores, pero también me parece que esto de que no hay plata y te saco esto y te saco lo otro… se funden las provincias que hoy estamos conteniendo todo lo que abandonó la Nación. Hay que tener cuidado, estoy preocupado porque veo muchas provincias colapsadas y gobiernos que no pueden afrontarlo por la falta de ingresos. Por eso insisto en esto: el respeto para poder tener diálogo.
−¿Por qué cree que el conflicto con los gremios docentes en Santa Cruz no se resuelve?
−Los últimos años del gobierno anterior hubo un promedio de 60 a 65 días de clases por año. Nosotros superamos esa cifra el año pasado. Y este año también. El año pasado otorgamos 64 puntos por encima de la inflación. En campaña dijimos: “Los docentes se merecen más del 100% de aumento.” El año pasado casi llegamos al 200% de aumento salarial y este año otorgamos 14 puntos más sobre la cláusula gatillo. La verdad que esto no sucedía en años, pero bueno, tampoco alcanza y más cuando hay un sector del gremio vinculado a una idea política ligada al sector que gobernó años atrás para desestabilizar este gobierno.
−¿Qué expectativa hay que se avance en la represa Jorge Cepernic?
−Costó muchísimo. Fue tanto el daño… primero que es un proyecto maravilloso, son energías renovables que podemos utilizar para comenzar a construir ese proceso de industrialización. Lamentablemente la mala política, la mala administración de esos fondos destinados para la construcción de la represa, fue lo que generó este impasse. A mí me costó muchísimo juntar a las partes de China y de Argentina, y conformar la mesa para que empiecen a dialogar. Ayer, cuando me enteraba de que comienzan a cotizar para comprar el cemento, fue una alegría. Falta la firma de la adenda, pero si están comprando el cemento… por algo es.
−¿La provincia ingresará como accionista en la Carboeléctrica Río Turbio SA?
−La verdad que no, porque hoy no tendríamos cómo afrontar ese gasto. No hay forma. La provincia todos los meses junta peso a peso y sale en busca de giro al descubierto, de anticipo de regalías para poder cubrir salarios. Y es muy difícil hacernos cargo de otra situación. Sí creo en la posibilidad de que a través de esta nueva empresa se puedan sumar voluntades del sector privado. Cuando escucho actores de la oposición criticar las acciones que se han tomado en YCRT, digo que si no fuese por este gobierno que tengo la responsabilidad de conducir, ya se hubiese cerrado. Fue gracias a la comunicación con el gobierno nacional que esto se pudo seguir sosteniendo. Ahora llegó el momento de producir, de extraer el recurso, de vender, de generar valor agregado con energía. A los que me critican les quiero recordar que no fue este gobierno el que saqueó los fondos públicos de ese gran proyecto que también habla de soberanía.
−¿Por qué eligió a su jefe de Gabinete, Daniel Álvarez para encabezar la lista de diputados nacionales?
−Como se dice en la calle, es buena persona. Es honesto, es trabajador, es creyente. Eso es lo que hace falta en la política, creer más en Dios. Y además ama su provincia. Es una persona que trabaja y se relaciona siempre con respeto. Algo clave que está faltando nuestro país. En nuestro país se perdió el respeto. No, no desde ahora, viene ya desde hace un tiempo esta situación. El respeto viene desde la casa, viene de los distintos lugares en donde la sociedad comparte espacio, momento. Nuestro país ha perdido el respeto.
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