Rocío Fernández tiene 25 años, se recibió de profesora de Educación Física y durante un tiempo tuvo hasta tres trabajos. La pastelería pasó de ser un hobby a una pasión y hoy sueña con tener su propio local.
La sanjuanina que dejó de lado la profesión para cumplir su sueño y llegó a endulzar los sentidos de “Miranda!”
