El delincuente, de apellido Agüero, dejó un camino lleno de sangre hasta su propia vivienda, por lo que la Policía pudo capturarlo. Ahora, será juzgado en Flagrancia.
Robó diversos objetos de un taller en Trinidad, pero en la fuga cayó y se cortó el rostro: lo detuvieron por la huella de sangre que dejó
